Muchas veces compramos cosas y, o bien no sabemos ni para qué emplearlas o bien siempre las empleamos del mismo modo, lo que las convierte en monótonas y aburridas.
Eso puede llegar a suceder con el washi tape, tan bonito y divertido cuando lo compramos y... quizá tan aburrido cuando lo tenemos en casa, por eso de emplearlo siempre igual.
Porque... si no, cómo casar jabón y washi tape.
Lo primero es bucar unas pastillas de jabón de esas que tenemos por casa. Las envolvemos en papel de seda y retorcemos los laterales como si fueran caramelos.
Ya de por sí quedan bonitas pero, añadidles unas tiras de washi tape y veréis el cambio. Además de servir de cierre, aportan color y vistosidad.
No me digáis que no están bonitas como regalo o detalle en cualquier fiesta o celebración, y sólo nos llevará hacerlas unos minutos.
Animaos y sorprended a vuestros allegados porque... a nadie le amarga un dulce ;-)
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