Como ya os he dicho en alguna ocasión, me gusta la cocina, pero la que no roba mucho tiempo. Por eso, y dadas las fechas en las que nos encontramos, os vuelvo a traer una receta de las ricas, ricas y fáciles, fáciles, como me gustan ;-)
Al igual que la que vimos la semana pasada de Mousse de turrón con piruleta de chocolate, ésta también se puede tener hecha, congelada y sacarla en la víspera. ¿No os quejaréis eh?
Mirad la pinta que tiene. Pero es que de sabor también es algo espectacular. Además, vosotras decidís, se puede tomar fría o templada.
Qué, ¿os convence? Pues vamos allá con los ingredientes para 4 personas:
1/2 kg de bacalao desmigado (se usará desalado, así que si lo compráis salado tendréis que dejarlo en remojo y cambiarle el agua unas 4-6 veces antes de usarlo).
100 gr de patatas.
5 dientes de ajo.
25 gr de nata para cocinar.
2 vasos de aceite de oliva.
sal y pimienta.
Y para la mermelada de pimientos (con estas cantidades os saldrá un bote grande):
4 pimientos rojos.
la mitad de su peso en azúcar (una vez horneados).
Como veis son ingredientes muy sencillos y fáciles de encontrar pero es que la elaboración también es igual de sencilla. Vamos con ella.
En una olla o cazo hondo ponemos los dos vasos de aceite de oliva y echamos la patata pelada y cortada en rodajas y los dientes de ajo. Y lo dejamos ahí durante unos 40 minutos a menos de 75ºC para que no se frían, sólo queremos confitarlos (si no tenéis termómetro de cocina, simplemente dejadle la temperatura al 2, más o menos, en una escala de 10 y estad pendientes de que no hierva).
Cuando ya estén tiernos todos los ingredientes los apartamos y dejamos que tomen temperatura ambiente.
Aparte, desmenuzamos un poco más el bacalao, que ya debe estar desalado y lo cocemos durante 2-3 minutos. Una vez cocido, lo escurrimos y lo mezclamos con la patata y el ajo confitados,también previamente escurridos del aceite. Les añadimos la nata, sal y pimienta al gusto y los trituramos con la batidora o un robot de cocina hasta que adquieran una textura espumosa. Entonces los vertemos en el recipiente en el que lo vayamos a servir.
En cuanto a la mermelada de pimientos. Horneamos los pimientos durante unos 25 minutos a unos 180 grados de temperatura. Los sacamos, les quitamos la piel y los pesamos. En función de lo que pesen, les echamos la mitad de su peso en azúcar y los ponemos en un cazo en el fuego a temperatura media para que vayan espesando un poco pero sin llegar a caramelizar, unos 15 ó 20 minutos. Entonces los apartamos, y los trituramos, obteniendo así nuestra deliciosa mermelada de pimientos. Yo, en esta ocasión, he querido hacer mermelada de pimientos rojos y mermelada de pimientos verdes italianos. Varía ligeramente el sabor, pero ambas están deliciosas. Hace ya tiempo en el blog también vimos la Mermelada de Tomate, que queda igualmente deliciosa y que también podría usarse para esta receta, os dejo el link aquí por si queréis echarle un ojo.
Si queremos tomar nuestra brandada de bacalao caliente, añadimos ya la mermelada y servimos. Si por el contrario preferimos tomarla fría, refrigeramos o incluso congelamos y la sacamos cuando deseemos acompañada de la mermelada.
Espero que os guste esta receta que ya os digo que está buenísima y que os puede ahorrar muchos tiempo en la cocina, pues la podéis tener congelada y sacarla la víspera o un ratito antes de consumir. En cuanto a la mermelada, puesto que sale bastante cantidad, la podéis meter recién hecha y caliente en un bote, poner éste boca abajo durante unas horas para que haga el vacío y tener la tranquilidad de que dispondréis de mermelada de pimientos como recién hecha en el momento que queráis.
Yo ya tengo este plato preparado y congelado para estas Navidades, pero también podéis tener congelados algunos por si se presenta una visita inesperada, quedaréis genial ;-)
Os mando una sonrisa para este día.
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