Si recordáis la receta de la semana pasada, os comenté que si sobraba algo de calabaza la guardaseis porque pronto haríamos un postre con ella. Pues he aquí. Es muy, muy fácil de hacer (más de lo que explico, pues yo trituro los ingredientes por separado pero se pueden triturar juntos).
Si tenéis una calabaza y no sabéis cómo emplearla... tomad nota porque os garantizo que de esta forma triunfaréis.
Los ingredientes (para unas 6-8 personas) son:
100 gr de azúcar.
200 ml de nata líquida.
400 gr de calabaza cocida o al vapor (podéis ver cómo lo hacerlo aquí).
6 huevos.
8 galletas maría.
3 cuchara soperas de azúcar y 6 de agua para el caramelo de la base.
Comenzamos triturando los ingredientes, se pueden mezclar todos juntos en un vaso grande de batidora, pero, como yo no tengo un vaso tan grande, he preferido ir triturándolos todos por separado con el robot de cocina.
También la nata y yo he añadido el azúcar, aunque realmente no hace falta añadirlo.
Después, juntamos todo lo que hemos triturado en un recipiente y mezclamos bien.
Aparte, comenzamos a hacer el caramelo. Para ello mezclamos las 3 cucharadas soperas de azúcar con 6 cucharadas soperas de agua y dejamos calentar hasta que tome el color dorado deseado. Tened cuidado no os paséis calentándolo pues si se oscurece demasiado amargará.
Vertemos el caramelo en el fondo de nuestro molde. Yo he elegido este molde porque me lo compré hace poco y tenía muchas ganas de estrenarlo, así que esta receta me ha servido de excusa, pero podéis echarlo en el molde que deseéis (obviamente los tiempos de cocinado variarán dependiendo de la altura que le dé el molde al pudin). Lo introducimos en el horno precalentado a 130ºC con calor arriba y abajo, y si tenéis, con ventilador,durante unos 25 minutos o hasta que al pincharlo la aguja salga limpia, señal de que ya está cocinado por dentro.
Así, trituramos las galletas, la calabaza, los huevos.
También la nata y yo he añadido el azúcar, aunque realmente no hace falta añadirlo.
Después, juntamos todo lo que hemos triturado en un recipiente y mezclamos bien.
Aparte, comenzamos a hacer el caramelo. Para ello mezclamos las 3 cucharadas soperas de azúcar con 6 cucharadas soperas de agua y dejamos calentar hasta que tome el color dorado deseado. Tened cuidado no os paséis calentándolo pues si se oscurece demasiado amargará.
Vertemos el caramelo en el fondo de nuestro molde. Yo he elegido este molde porque me lo compré hace poco y tenía muchas ganas de estrenarlo, así que esta receta me ha servido de excusa, pero podéis echarlo en el molde que deseéis (obviamente los tiempos de cocinado variarán dependiendo de la altura que le dé el molde al pudin). Lo introducimos en el horno precalentado a 130ºC con calor arriba y abajo, y si tenéis, con ventilador,durante unos 25 minutos o hasta que al pincharlo la aguja salga limpia, señal de que ya está cocinado por dentro.
Desmoldamos y ya veis la fantástica pinta que tiene, con un ligero doradito gracias al caramelo derretido. Espero que os guste la idea y pongáis en práctica esta receta. Yo cuando la hago siempre tiene mucho éxito.
Feliz semana.
Feliz semana.
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