Broches con cápsulas de café

Dispuestos a reciclar, podemos reciclar hasta las cápsulas de café. Hay multitud de opciones, hoy os propongo transformarlas en broches.

Es muy fácil, qué me decís, ¿os animáis? Por cierto, si tenéis niños/as, no dudéis en hacerles partícipes.

Lo primero, recopilar algunas cápsulas de café.

Después una tarea muy fácil pero para la que hay que tener paciencia. Vaciarlas y lavarlas.

Luego, poniéndolas boca abajo sobre una superficie plana, se aplastan (con la mano se puede hacer, pero cuando vas a hacer más de una es mejor hacer uso de algún elemento que nos pueda hacer más liviano el asunto, yo he de confesar que empleé un libro).

Recopilemos. Teníamos la cápsula, la hemos vaciado y lavado y, a continuación, aplastado.

Ahora toca unir las cápsulas entre sí con el diseño que deseemos. Yo he unido sólo tres cápsulas entre sí, pero las opciones pueden ir a gusto del que las haga, con más, con menos, unas sobre otras... no sé, como se os ocurra. Por cierto, he empleado pegamento de contacto.

Una vez puesto el pegamento, yo usé un poco de cinta adhesiva durante unos minutos por el lado contrario para que no se moviesen nada.

Como se puede ver, la parte trasera de las cápsulas no es precisamente bonita, ya que se ve el filtro que tienen. Por ello, para que nuestro broche quede mejor, podemos emplear un trozo de goma eva recortada con la forma de nuestro broche y nuevamente pegarla al mismo con pegamento de contacto.

Y ahora, para que de verdad sea un broche, falta pegarle el enganche de broche. Otra vez con pegamento de contacto.

E aquí el resultado final por la parte trasera y la delantera. ¿Verdad que quedan muy bonitos? Así ya no hay excusas para no reciclar y sacar cosas así de bonitas en un periquete.

Por si os ha quedado alguna duda... os dejo con un recopilatorio, para que de un vistazo os quedéis con la idea. 

Os mando una sonrisa.


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