Últimamente he estado haciendo algunos cambios en mi salón, me apetecía, y entre otras cosas he dado un nuevo aire a una zona de la pared.
Tenía originalmente colgado un cuadro que ya estaba un poco cansada de ver y, por otra parte, quería llenar más ese espacio y aportarle más personalidad, así que me decidí por crear un mural con cuadros, fotos, y láminas impresas con detalles que me llenan. Lo bueno de un espacio así es que puede renovarse fácilmente, cambiar las fotos, cambiar las láminas o colgar un nuevo cuadro y... listo.
Os muestro cómo lo he hecho, paso a paso. Es muy fácil, en un par de horas lo tenía listo todo. Espero que os guste la idea y os animéis a darle un nuevo toque a ese espacio soso que a veces queda por ahí ;-)
Bueno, lo primero es seleccionar el espacio que queremos transformar. Yo lo tenía claro: la pared del comedor del salón.
A continuación, preparar los materiales que vamos a emplear, marcos, fotografías, láminas, cuadros,... y además de todo eso, unas tijeras, un metro, un poco de cinta adhesiva, lana o hilo (ahora entenderéis para qué), un nivel para asegurarnos de colgar bien los cuadros y, aunque aquí no lo haya puesto, un taladro para hacer los agujeros, tacos y alcayatas (quien prefiera hacerlo con las tiras adhesivas que venden últimamente pues, esto se lo ahorra).
Medimos aproximadamente la altura máxima y mínima que queremos darle a nuestra composición.
Y vamos marcando con la lana y fijándola en los extremos con un poco de cinta adhesiva. Para cerciorarnos de que hemos medido bien y de que la lana queda bien puesta, usaremos el nivel.
Así me quedó a mi. Esto lo usé como límite orientativo. Hubo cuadros que salieron de este límite porque me dio la sensación de que quedaban demasiado apretujados, pero siempre tomé como referencia equis centímetros desde la zona delimitada para asegurarme de que todo quedaba con cierta armonía.
A la hora de taladrar, un truco tonto pero bastante efectivo, colocar un sobre debajo de la zona que vayamos a taladrar, con algo dentro metido, para que quede abierto y que al taladrar pueda recoger el máximo de polvo posible (todo, todo, ya os digo yo que no, pero quita bastante).
Aquí podéis ver cómo fui colocando, como podéis apreciar tuve una pelea con la lana, pero al final supimos llevarnos bien ;-)
Cuando ya tengamos todos los cuadros, para asegurarnos de que quedan bien alineados, tan fácil como ir posando el nivel sobre cada uno de los marcos y ver que la burbuja queda centrada.
Bueno, y, como ya os mostré antes, éste es el resultado final. Espero que os guste tanto como a mi; yo estoy muy contenta con el cambio, creo que el salón queda así mucho más acogedor y personal, porque todos son detalles seleccionados por mi.
Feliz día. ¡Os mando una sonrisa!
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Gracias por participar en Febrero es así, tus comentarios son bienvenidos ;-)