Hoy vamos con una receta sencilla y muy fresquita para el verano, una tarta fría de queso, ideal para tener en la nevera o incluso congelada (para sacarla cuando se quiera) en estos días de verano.
Vamos allá con el paso a paso ;-)
Comenzamos rellenando un molde con una base de galleta picada mezclada con un poco de mantequilla para que no se desmorone.
En este caso, yo he empleado tarros de cristal para hacer porciones individuales.
En un cuenco echamos una terrina de queso de untar sin sal.
A continuación agregamos 2 yogures naturales.
Mezclamos y, a esta mezcla añadimos más o menos medio bote de la mermelada que deseemos. En este caso yo he echado una mermelada casera de cereza. Esto ya le aporta bastante dulzor pero, en cualquier caso, podéis probar la mezcla para ver si tenéis que agregarle más azúcar.
Mezclamos bien.
A esta mezcla le agregamos el preparado de un sobre de gelatina neutra (la preparamos aparte según las indicaciones del fabricante con la única salvedad de añadirle la mitad del agua que indique para que quede más concentrada).
Ahora ya sólo tenemos que verterlo en el molde que hayamos preparado y meterlo en la nevera alrededor de dos horas para que coja firmeza.
Está delicioso, y pensad que, según la mermelada que empleéis, podéis darle un resultado diferente.
Que tengáis un bonito día.
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