Para gustos, los colores, y precisamente de cristales de colores son estas lámparas que bien pueden embellecer cualquier salón o hueco de escalera.
Lágrimas colgantes de distintos colores cayendo en espiral conforman esta lámpara de casi dos metros que decora la entrada de un local.
Dando un suave toque de luz a cualquier rincón, estas lámparas de vidrio soplado parecen fundir el cristal que las rodea que cae como gotas de lluvia.
Y ¿qué me decís de esta otra?. La forman múltiples C de cristal que el propietario puede añadir o quitar según quiera más o menos luz en el ambiente.
Un detalle de luz para que no resta espacio. La típica teja, hecha de vidrio.
Pueden parecer platos secando, pero nada más lejos. Se trata de una lámpara hecha con cuatro aros de metal sobre los que se cuelgan estos círculos. Una lámpara tradicional y sencilla que adorna los salones más vanguardistas.
Y por último, estas originales lámparas que parecen campanas a punto de repicar. Me gustan especialmente por la extraña mezcla de lo fino y translúcido del cristal con la rudeza de la cuerda.
Espero que os hayan gustado y, si estáis decorando vuestra casa, que os hayan servido de inspiración ;-)
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