El babi, esa inigualable prenda infantil que le ponemos a los peques en el colegio para que en caso de que se manchen reserven un poco la ropa de calle, no tiene precio. Pero ser el foco de todas las manchas, rozaduras, tirones y empujones...tiene un precio.
¿Quién no ha ido a buscar el babi del año pasado y se ha dado cuenta de que se lavó pero no se arregló? No os preocupéis, tiene una fácil solución. Sí, ya sé que un babi tampoco cuesta mucho hoy en día, pero os aseguro que si lo arregláis, va a quedar mucho más bonito, original y único ( y por muy poco dinero, en el caso de hoy, por menos de 3€ ). Además, os lleváis la satisfacción de haberlo hecho vosotras.
Bueno, al lío, que me enrollo. Este es el babi inicialmente; como podéis ver no tiene nada de especial, un babi sin más, bueno, con algunos rotos de más, quiero decir ;-S y, aprovechando eso, vamos a darle un cambio de look ¿lo vemos?
¿Qué necesitamos?
Sobre todo ganas y, además de eso, el babi a transformar, una cinta al bies del color que más te guste (en mi caso he cogido el mismo color pero he jugado con las rayas y los cuadros) y aguja e hilo o, como en mi caso, máquina de coser.
Primero vemos los rotos que sí o sí tenemos que arreglar, otra cosa es luego inspirarse y adornarlo más, pero estos hay que solucionarlos.
Una vez vistos, nos ponemos a ello. Yo en mi caso empecé por la espalda que tenía las costuras algo cedidas, así que sobre la propia costura planteé el bies, que es lo que he utilizado para tunearlo. Luego lo fijé con unos alfileres y, así mismo sin hilvanar, le pasé unas puntadas a la máquina.
Aquí os muestro un detalle de la colocación del bies arriba y abajo.
Seguidamente, nos ponemos con la reparación del botón. Lo descosí y, como ya medio intuía, la tela estaba rota en su primera capa. Con un trozo de bies hice un dobladillo en horizontal (a la moda de muchas camisas de hoy en día que cada botón u ojal es de una manera), lo cosí alrededor y volví a coser el botón en su sitio.
Quedaba por reparar el lateral del babi, que en una parte también estaba rota, así que, lo hice, como hemos visto antes, igual que en la espalda. Y de paso, adorné los bolsillos, que estaban un poco sosos. Para ello, abrí un lateral del bies como se ve en la foto y lo enganché del bolsillo por dentro. El otro lado lo dejé como viene. Recordad doblar los extremos hacia dentro para que no se deshilache el bies.
Por último, aunque no recuerdo que me sobrara tiempo ;-) le hice un adorno al cuello, que estaba un poco soso. En esta ocasión, en lugar de poner el bies abierto, lo doblé a la mitad, rodeando de esta manera la forma natural del cuello. Máquina de coser y ¡listo!
¿Verdad que queda fenomenal? Reparado, reforzado, original y hecho con nuestras manos, ese orgullo no nos lo quita nadie.
Aquí os dejo también un babi que transformé ya hace algún tiempo, pero os lo quiero enseñar para que veáis distintas posibilidades y su efecto según los colores que usemos. Como este era de manga larga le puse un trozo de bies también en el final de las mismas. Y, como véis, en uno de los bolsillos el bies lo puse a la mitad, no al borde. Es cuestión de que le echéis imaginación.
Iniciáos en la costura con pequeños trabajitos como este. No arriesgáis demasiado y son muy sencillos, con lo cual iréis pillando soltura para trabajos más complejos.
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