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lunes, 24 de febrero de 2014

Cómo ahorrar electricidad (20 trucos)

Ahorrar luz, gastar menos electricidad y disfrutar lo mismo es posible con unos pequeños trucos. Y en los tiempos que corren, con la tarifa eléctrica disparada y los sueldos cada vez más menguados, no es ninguna tontería.

Lo más básico dentro del ahorro es, si no los tienes ya, comprar electrodomésticos, cuando se estropeen los que ahora tienes, catalogados como A++, eso indica que su eficiencia energética es la mejor, lo que supondrá un considerable ahorro a final de mes.
Aparte de esto, una consideración a tener en cuenta es que los aparatos que emiten calor (sea horno, calefacción, planchas del pelo, secador...) tienen de media un mayor gasto energético que los que emiten frío, así que, ojo con ellos.

Bueno, pero entremos de lleno en esos pequeños detalles diarios que hacen que, sin querer, gastemos más.

Empezamos por la zona de mayor consumo eléctrico de la casa: LA COCINA.


EL FRIGORÍFICO
  • Está siempre funcionando así que es un gasto considerable, pero aun así podemos mejorar su eficiencia energética si mantenemos limpia la parte trasera del mismo. Ahí se encuentra el respiradero del motor, si está limpio de polvo y pelusas podrá ventilar mejor y no necesitará gastar más.
  • Si lo tienes encastrado con el conjunto de la cocina, por mucho que le tengas la correspondiente rejilla de ventilación, que sepas que estarás gastando más. El calor del motor del frigorífico, al estar más encerrado, no saldrá tan fácilmente del habitáculo en el que esté encastrado y ello hará que la temperatura general del frigorífico aumente y, en consecuencia, que tenga que estar más tiempo en marcha el refrigerador con la consecuencia subida de la factura de la luz. Así que, si te es posible, no encierres tu frigorífico (aunque sí, queda mucho más estético).
  • Cuando vayas a descongelar algo, mételo en el frigorífico. Aparte de que es mucho mejor para el alimento una lenta descongelación, el frío que desprenda en este proceso ayudará a bajar la temperatura del frigorífico, con lo cual el motor del mismo no tendrá que ponerse en marcha de manera tan continua para mantener el frío.
  • Del mismo modo, si vas a introducir algo en el frigorífico, y mucho más en el congelador, asegúrate de que está a temperatura ambiente. Introducir un alimento caliente hace que el motor tenga que trabajar mucho más para lograr mantener la baja temperatura y ya sabemos en qué se traduce eso.
  • Y por supuesto, el frigorífico no es un armario frente al que sentarse para decidir qué nos ponemos, o qué comemos, en este caso. Piensa qué vas a coger antes de abrir la puerta y una vez lo hagas coge el alimento rápido y vuelve a cerrar. Abrir y cerrar hace que se vaya el frío y que el motor tenga que volver a enfriar.

LA LAVADORA Y LA SECADORA

  • Intenta que la lavadora siempre esté llena cuando la pones en marcha. No se trata de que no quepa ni un calcetín más, también este electrodoméstico necesita un margen para poder mover y lavar adecuadamente la ropa.
  • Lavar con agua fría evita que el termostato de la lavadora se ponga en marcha, con el consiguiente ahorro. Si vives en climas templados, prácticamente no te será necesario ponerla en caliente. Si vives en zonas muy frías y para un mejor lavado deseas ponerle algo de temperatura al agua, trata de ponerla a las más bajas temperaturas posible (a 30ºC ya se le quita el frescor al agua, no hace falta ponerla a 90ºC).
  • Cuidado con el centrifugado. Además de que puede arrugar y estropear más la ropa, aunque también la deja más seca, todo hay que decirlo, supone un mayor consumo de electricidad. Intenta o no centrifugar o hacerlo a bajas revoluciones.
  • En cuanto a la secadora, si es posible, por el clima en el que vivas, intenta no usarla. El tendedero de toda la vida seca igualmente la ropa al aire y es cuidadoso con el medio ambiente y con tu bolsillo, pues ese no gasta absolutamente nada ;-) Ya os comenté antes que todos los electrodomésticos que emiten calor tienen un mayor consumo energético, este  no es la excepción. Si de todos modos no tienes más remedio que usarla, vigila primero que la ropa que metas acepte secadora y después trata de usarla al máximo de su capacidad, con el margen obvio, y a las temperaturas más bajas.

VITROCERÁMICA E INDUCCIÓN
  • Cocines donde cocines, ten la precaución de tapar siempre tus alimentos con la tapa de la olla o de la sartén porque, ese simple gesto, hace que dividas o multipliques por cuatro el gasto energético. Sí, increíble pero cierto.
  • Siempre que te sea posible usa ollas a presión superrápidas. Al margen de leyendas urbanas (que dicen que la comida con ellas no sabe a nada), son rápidas, mantienen los alimentos con todas sus propiedades, no es necesario añadir tanta agua a la comida (pues no pierden vapor) y ahorran cuatro veces más tiempo que en una olla convencional. Lo que en una de estas cocinas en 40 minutos con una superrápida lo haces en 10 minutos. Huelga decir que el ahorro es considerable.
  • Si vas a cambiar tu cocina, intenta poner inducción. Aparentemente es como las vitrocerámicas pero tiene muchas más ventajas. Para empezar, la superficie prácticamente nunca se calienta tanto como para que te puedas llegar a quemar, así si se derrama algo puedes recogerlo inmediatamente con una bayeta sin peligro, lo mismo que limpiar al final de la preparación, no tendrás que esperar a que se enfríe para usar los productos de limpieza. La superficie de cocción se adapta a la base de tu recipiente, así, si la olla es más pequeña de lo que viene marcado en el círculo de la placa, no pasa nada, se adapta a ésta pues localiza el recipiente y sólo calienta su base. Alcanza la temperatura marcada casi inmediatamente, lo que ahorra bastante tiempo cocinando (esto al principio requiere una adaptación, sobre todo si vienes de usar hornilla o vitrocerámica, porque al principio sigue una pensando que tarda en calentar lo mismo que en la vitrocerámica, por ejemplo, y no es así, en un momento lo tienes todo caliente y si te descuidas puedes quemar la comida  al principio :-/ ). Otra diferencia con la vitrocerámica es que no mantiene el calor residual, cuando apagas la inducción se apaga, el posible calor residual no sirve para seguir calentando, como os digo, si en ese momento tocaseis la placa posiblemente ni os quemaríais. 
  • Bueno, y dónde quiero ir a parar con toda esta charla en pro de la inducción (parece que llevo comisión jeje), pues en que ahorra un 70% de energía respecto a la vitrocerámica (O_o así me quedé yo hace unos días cuando me enteré, no me lo podía creer, yo pensaba que como calentaba más rápido gastaría más energía pero no, en conjunto te ahorra una barbaridad, el experto que me lo comentó incluso me dijo que no entendía como se permitía que las vitrocerámicas siguieran fabricándose con la diferencia energética que hay entre ellas).

LAVAVAJILLAS, HORNO Y MICROONDAS

  • Procura situar el horno alejado del frigorífico, si no, el calor que este desprende al ser usado perjudicará al rendimiento del frigorífico que tendrá que refrigerar más para mantener la temperatura.
  • Cuando hayas metido algo en el horno, sé prudente antes de abrir la puerta. Cada vez que se abre baja de media 50ºC la temperatura interior. Esto, además de afectar a tus pasteles, repercutirá en tu bolsillo, porque el horno tendrá que volver a trabajar para alcanzar la temperatura que le hayas indicado.
  • Siempre que te sea posible usa el microondas antes que el horno, consume menos.
  • Si lavas los platos a mano, quizá uses un poco más de agua pero, ahorrarás energía. Por muy eficiente que sea el lavavajillas, gastará más que un estropajo.

En cuanto al ahorro en el HOGAR en general, estas son algunas recomendaciones.

  • Procura no dejar los electrodomésticos en stand bay, es decir, con esa lucecita roja que indica que están conectados, desconéctalos del interruptor siempre que puedas. Para facilitarte la tara, usa regletas con botón de conexión. Así, cuando dejes de usar un electrodoméstico o un grupo de ellos, podrás apagarlos todos fácilmente con un solo botón (yo tengo una regleta que conecta la televisión, el vídeo y el dvd, cuando apago la televisión inmediatamente apago el botón de la regleta, así desconecto todos los aparatos).
  • Intenta desconectar del enchufe aquellos aparatos que no uses habitualmente, aunque no estén en funcionamiento, al estar conectados a la red sigue pasando electricidad para mantener el electrodoméstico a punto para su uso y, aunque sea en poca medida, si tenemos muchos aparatos así, puede ser un gasto. Las regletas que comentaba antes pueden facilitar esta tarea, pues aunque la regleta siga enchufada, cuenta como un sólo aparato aunque en funcionamiento de servicio a más de uno, desconectarla, ahorrará.
  • Las bombillas de bajo consumo son un elemento que no sé si invitar a usar o más bien al contrario, con esto de la Obsolescencia Programada de los aparatos eléctricos (vergüenza tendría que darle a los fabricantes) que es un acuerdo al que llegaron los fabricantes a mediados más o menos del siglo pasado para programar "la muerte" de los electrodomésticos de modo que el potencial cliente tuviera que seguir comprando, no sé qué pensar de estas bombillas. Mi experiencia no está siendo buena. Resulta que cuestan como 7 veces más que una bombilla convencional aunque te auguran una bajada en el consumo eléctrico y una larga vida para la misma, lo que en principio, a largo plazo, resultaría rentable. Pues, señoras y señores, ya me dirán ustedes si es normal que en los 6 años que llevo viviendo en mi casa ya haya fundido 3 bombillas de esas que tanto duran, cuando en mi antigua casa no recuerdo cuándo fue la última vez que tuve que cambiar una de las antiguas bombillas. Además, una cosa que no se dice de estas bombillas que nos han querido vender como la panacea es que contaminan hasta 4 veces más que las antiguas. ¿Se ha previsto qué hacer con ellas? En fin, que estoy un poco desengañada con ellas sobre todo después de enterarme de que si no fuera por la dichosa Obsolescencia Programada (no sólo para bombillas, para todos los electrodomésticos, incluido móviles)  podrían durar tanto como la famosa bombilla del parque de bomberos de Livermore, en California, ¡luciendo desde 1901! Así que, por todo esto, lo de las bombillas lo dejo a vuestro criterio.

Espero que estos sencillos trucos os ayuden a sobrellevar al factura de la luz ;-)

¡Feliz semana!



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