14 regalos para San Valentín

Se acerca San Valentín, el Día de los Enamorados, el 14 de febrero. 

La verdad es que estas fechas impuestas por grandes centros comerciales no me gustan mucho. El amor debe estar presente cada día, se deben tener detalles con la pareja todos los días. Si además de eso queremos celebrar un día en concreto... pues vale, pero que no sea al revés.

En fin, que me enrollo, lo que sí veo muy bonito es mostrar un cierto esfuerzo en ese día, pero no económico, sino que lo que se reciba sea fruto de un "recordé lo que te gustaba", "lo he hecho especialmente para ti" y no de un... tiré de visa.

En esta línea, he rebuscado por el blog y he seleccionado algunas ideas que pueden servir para tener ese detalle especial. Espero que os guste la selección y que os inspire. 

Mientras vosotras os inspiráis yo voy a ir buscando a mi Cupido, que otro año más se ha perdido   :-S

La primera idea que os doy es la que aparece más arriba, unos corazones imantados. No tenéis más que comprar tiras de imán adhesivo, recortarlas en forma de corazón y pegarles los retales que más os gusten. Recortáis nuevamente los sobrantes de tela y ya tendréis un emotivo imán.

El que ahora os presento es un bote cuya tapa transformamos con spray. Así visto podéis pensar que no tiene mucha gracia, pero ¿qué me decís de un bote con la tapa negra y la silueta de un corazón rojo en el centro? Metáis lo que metáis dentro seguro que le gusta más con esa presentación.

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Pero puestos a meter os propongo unas ricas galletas de mantequilla y si queréis algo más especial podéis ponerle un poco de fondant. En este post vimos cómo hacerlas, lo único que debemos cambiar es el molde para cortarlas en forma de corazón, de cupido, de flecha... en fin.

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También podemos emplear un bote para guardar unos deliciosos mikados, ¿quién se resiste a ellos? Os comerán a besos.

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A nadie le amarga un dulce, y en estas fechas son clásicos los bombones. ¿Por qué no darles un cambio de aire con estas fáciles trufas hechas por nosotras/os y envasadas de manera tan original como la que veis?

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Para acompañar las trufas nada mejor que un buen té o café. ¿Y si le damos otro aire a su presentación? Os propongo envasar sus tés o cafés favoritos en unas bolsas de celofán e introducirlos en una taza a la que nosotras/os mismas le habremos dado una capa de pintura para dar rienda suelta a nuestra declaración de amor ♥♥♥

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¿Es goloso o golosa? Os recomiendo estas piruletas de chocolate blanco, que por supuesto podéis hacer de chocolate negro o con leche. La decoración puede ser a gusto del que las va a recibir y, si sois un poco mañosas, no es muy difícil darles la forma de corazón.

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Ya vimos cómo la elegancia y el reciclaje no estaban reñidos con estos bonitos modelos hechos con las anillas de los refrescos. Una idea sorprendente para la que aún estáis a tiempo. 

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¿Y unas piedras del amor? Pitadas con vuestras propias manos, con estos motivos u otros pueden servir de juego, de resumen de vuestra historia de amor (dibujad algo característico de vuestro tiempo juntos en cada piedra) o simplemente como pisapapeles.

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¿Es un desastre con las plantas? Si le regaláis estos cactus de crochet tendréis un simpático tema de conversación y una preocupación menos, no se le morirán más seres vivos.

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Si no teméis morir de empacho ;-) Esta banderola de corazones, muy fácil de hacer, puede ser el regalo perfecto.

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En la línea del ganchillo ya vimos cómo hacer unos bigotes de crochet. Quizá para un photocoll del San Valentín pueden tener su gracia.

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Pero si nos queremos poner un poco más serios, una taza con mostacho para el desayuno aportará el punto ideal para empezar el día con amor y buen humor.

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Y siguiendo con bigotes... ¿qué tal renovar su vestuario? Bueno, quizá eso sea mucho, comencemos por las perchas (según los motivos que elijamos puede ser una idea para el o para ella).

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Por último, y no por ello menos relevante, no olvidéis envolver vuestros regalos con cariño. Tan importante es el interior como el cariño que se le haya puesto al exterior.

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Espero haberos dado ideas, ya me contaréis. Yo de momento sigo buscando a mi Cupido, que aún no aparece (¡dónde se habrá metido!).