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jueves, 21 de noviembre de 2013

Calendarios de Adviento

Aunque en mi familia lo de poner un calendario de adviento no es tradición, he de admitir que quizá estas navidades ponga alguno en marcha porque son preciosos en primer lugar, porque se puede implicar a los más peques en su elaboración y porque ver la cara de alegría que ponen al ir descubriendo cada una de las sorpresas escondidas no debe tener precio.


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Si como yo la idea os atrae pero tampoco habéis hecho nunca ninguno... aquí os traigo 16 sugerencias para que se os encienda la bombilla (la bombilla de la Navidad, quiero decir ;-) ).

Este primero requiere de la colaboración infantil, porque si no no tendría gracia (reconozcámoslo, a nosotras no nos quedarían tan simpáticos los conos). Se trata de hacer unos conos de cartulinas de colores a los que se les añade la etiqueta con los números del 1 al 24. Una idea sencilla, llamativa y apta para la participación de toda la familia.

Pero veamos algunos ejemplos más.


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En este caso, el calendario está hecho con una bandeja metálica, algo fácil de conseguir, y unos botes de especias imantados (en Ikea creo que hay unos parecidos). En la tapa se le coloca el número y en el interior...¡sorpresa!

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Este otro calendario de adviento es puramente infantil. Dejad a vuestros peques que decoren unos sobres con motivos navideños o con lo que se les ocurra y disponedlos sobre la pared en forma de abeto. No os olvidéis de meter dentro alguna sorpresita.

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Pero... si no tenemos demasiado espacio, ¿qué tal si colocamos el calendario dentro de un envase de cristal? Si es tan bonito como este seguro que no desmerece en absoluto. Éste está hecho, como ya intuiréis, con cajas de cerillas decoradas con lindos papeles y distinguidas con los necesarios números hechos con troqueladora (las sorpresas...en orden :-D).

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Y qué me decís de este otro, por cuestión de presupuesto no será porque, fijáos bien, está hecho con el cartón de los rollos de papel higiénico. Lo primero es hacerse con 24 rollos. Después se aplastan, se cosen a mano o a máquina por uno de los extremos y se pintan de blanco. Los números pueden pintarse con plantilla y los copos de nieve están hechos con troqueladora, recortando sobre la parte interior de los sobres comerciales (que tienen algo de dibujo) que cada día recibimos en nuestras casas. Ya luego si tapizáis un panel con tela de lino y creáis unas bandas con puntillas de ganchillo sobre las que colgarlos...os quedará impecable.


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Y, si el anterior no os ha convencido, siempre podéis probar con este otro, hecho también con rollos de cartón del papel higiénico pero mucho más festivo. Antes de coser la parte de abajo, añadidle unas tiras hechas con papel pinocho. Cosed, añadid el número en la parte superior y... listo.

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Seguimos mirando el bolsillo con este otro calendario. En la sencillez a veces, está el acierto, o si no mirad qué lindo queda con apenas unas pinzas de la ropa. Las pinzas están pintadas de rojo unas y cubiertas de washi tape otras, hace unos días ya veíamos un tutorial sobre cómo hacerlo (os dejo aquí el link por si lo queréis recordar). Pegadas con pegamento térmico sobre un panel y con los números del día estampados en el panel justo por encima de ellas...no hay presupuesto que no se rinda ante esta idea.

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¿Y qué me decís de este otro? Dentro de las primeras entradas de este blog veíamos cómo envolver regalos reciclando el papel de las bolsas de la compra. Pues, si lo recordáis, seguro que se os ha venido a la mente al ver este calendario. Sigue la misma idea, solo que se añaden los número en cada bolsita y se taladra un agujero en la parte superior para pasar la cinta que lo sostendrá a la pared. Como ya lo expliqué entonces no me quiero repetir. Dejo aquí el link por si queréis recordar cómo se hacen.

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Este se lo dedico a las apasionadas de la aguja y el hilo porque, además, los regalitos que se esconden tras los números son precisamente para una costurera :-) Está hecho con una base de fieltro clara sobre la que se colocan los bolsillos que también están hechos de fieltro (aunque podría hacerse también con telas). Se recortan 24 cuadrados de un tamaño y otros 24 con un 1cm menos por lado. Ahora es cuestión de ir combinando los colores y colocar los cuadrados chicos encima de los grandes. Los cosemos y después cosemos el grande sobre la tela base de fieltro claro (respetad el borde de arriba porque si no no podréis meter los tesoros).


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Si sois más austeras, quizá os guste esta idea. Se trata de colgar tarjetas con el día en las que además se indique una cosa a conseguir, una taza de chocolate, un baño relajante, un abrazo de los de verdad....cada día un mimito diferente ;-)

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Este otro calendario también me recuerda a las bolsitas de caramelos para Halloween que vimos hace algunas entradas. Desde luego, siguiendo la misma idea pero con telas diferentes podemos conseguir resultados sorprendentemente distintos. No os olvidéis de añadirles los números.

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Uno por día, es lo que señala la etiqueta de este bote que promete tener sorpresas muy bonitas. Unos sencillos paquetitos, envueltos con gusto y con bellos papeles de regalo son suficientes para crear un calendario de adviento con encanto. Ahora sólo hay que resistirse :-S y hacer caso de la etiqueta, porque los números no vienen marcados.

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Y en la línea de otro bote que hemos visto, este calendario está protagonizado por las cajas de cerillas empapeladas y marcadas numéricamente. En su interior se esconden pequeñas sorpresas para poner una sonrisa en la cara de los más pequeños.

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El gusto por el detalle y la solemnidad del marco encuadran este calendario vestido con unos elementos  muy navideños, colores rojos, copos de nieve, brillantinas, bastones de caramelo y estrellas son algunos de los detalles que lo hacen inconfundible. Sencillo y espectacular al mismo tiempo.

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Este otro está hecho con tela pero, bien podría sustituirse por los socorridos zapateros que se emplean con múltiples usos antes que para guardar zapatos. Creo que sabéis a cuales me refiero Es una idea que creo que se adapta muy bien viendo esta imagen.

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Por último, en este vemos una idea parecida a otro calendario de los que hemos comentado. Se trata de unos sobres numerados en cuyo interior se esconde una tarjeta con un comentario, porque el regalo es una buena acción. Una vez se ha llevado a cabo la tarea, se coloca fuera la tarjeta, misión cumplida ;-) La buena acción que inunda los días de Navidad... (ojalá durara todo el año ese espíritu ¿verdad?).

Los hay para todos los gustos, habilidades y presupuestos, aunque lo más importante es la ilusión con que se hagan. Espero que alguno os inspire y los pongáis en marcha, todavía hay tiempo de hacerlos, ya veis que son muy sencillos.

Que paséis un buen día.

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