¿Os gustan los dulces pero no empacharos? Pues aquí os traigo la receta perfecta. Se trata de crostini de chocolate. ¿Que qué es eso? Seguramente si os digo que son los conocidos mikados, ya empieza todo a cuadrar.
La verdad es que me gusta la cocina sana, lo hecho en casa, ya me iréis conociendo, y es que si se puede tomar algo rico sin cuarenta mil potingues añadidos pues, parece que me gusta aún más.
Bueno, que me enrollo, el caso es que encontré esta receta por ahí y ya la he hecho algunas veces, siempre tiene mucho éxito, tanto que, en alguna ocasión, la he vestido de regalo. No es nada complicada, así que si os veis apurados para un cumple, un santo o simplemente un feliz no cumpleaños, tal vez os ayude a salir airosos del mismo.
Si os animáis a hacerlos me encantaría ver vuestras fotos y comentarios. Aquí os dejo la receta
Para hacer mikados caseros
Preparación: 45 minutos (sin contar los tiempos de reposo).
Horno: 10-15 min
Unidades: unos 80 palitos
Ingredientes:
400 g de harina de fuerza.
10 g de levadura fresca de panadería.
200 g de chocolate negro, chocolate con leche o chocolate blanco (según
gustos).
200 ml agua.
50 g de aceite de oliva virgen extra.
5 g de sal.
Manos a la obra:
1. En un vaso con un poco del agua deshacer la levadura y añadírsela a la
harina que ya estará en un bol. Agregar la sal, el aceite y el resto del agua y
comenzar a amasar. Cuando esté homogénea, pasar la masa a una superficie de
trabajo y amasar un poco más, hasta obtener una masa elástica y lisa.
2. Tras este proceso la metemos nuevamente en el bol y lo tapamos con un paño,
dejando leudar hasta que duplique su tamaño en un lugar cálido (1 hora
aproximadamente).
3. Transcurrido este tiempo, debes presionar la masa para eliminar las
burbujitas de aire que haya podido hacer y ya la estiramos con la ayuda de un
rodillo hasta dejarla más o menos con 0’5cm de grosor.
4. Ahora toca cortarla. Normalmente yo la corto con un ancho de unos 0’5cm,
pero eso depende de los gustos. He de decir que no aumenta mucho de tamaño en
el horno, por lo que tal y como los cortes, más o menos así quedarán.
5. Una vez tenemos las tiras cortadas les damos un poco con las manos sobre la
encimera, como si quisiéramos hacer un churrito, de manera que queden
redondeados.
6. Una vez los vamos haciendo los pasamos a una bandeja de horno forrada con
papel de hornear, dejando una separación razonable entre ellos por lo que
puedan crecer.
7. Id precalentando el horno a 250ºC mientras hacéis esto. Cuando estén listos
introducidlos en el horno bajando la temperatura a 200ºC (yo les pongo temperatura
por arriba y por abajo y también el ventilador). Hornear durante unos 10
minutos más o menos, estad pendientes porque puede depender de cada horno.
8. Una vez los sacamos hay que colocarlos en una rejilla para enfriarlos, no
queremos que condensen la humedad y se nos vayan a quedar blandujos.
9. Cuando estén fríos (en unos 20 minutos) los pasamos por chocolate fundido,
previamente deshecho al baño maría o al microondas en tandas de 30 segundos,
removiendo entre ambas. Yo el chocolate lo pongo en un vaso estrecho y alto
para que me sea más fácil cubrirlos.
10.
Después, los colocaremos sobre una hoja
de papel de hornear para que solidifique el chocolate.
11.
En este último paso ¡¡toca comérselos!!
Que aproveche.
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