Si esto no es para principiantes... ya me diréis :-)
Lo primero de todo, mirad qué pinta tiene el corte. Además, ya os adelanto que sabe igual que las barritas de Kinder Bueno.
¿Qué, os gusta? Pues más os va a gustar saber que sólo lleva dos pasos y dos ingredientes, más fácil imposible. Ingredientes, por cierto, que no se estropean en poco tiempo y que por lo tanto podéis tener por casa por si os surge un imprevisto.
Cómo se hace:
1. Como podéis ver en la imagen sólo emplearemos obleas de barquillo, que se venden en bastantes supermercados y crema de cacao. Estas obleas llevaban dibujo por ambos lados pero sé que venden obleas sin dibujo o con dibujo sólo por un lado, de manera que podéis darle la vuelta y la tarta os quedará lisa.
2. Ponemos una oblea de barquillo sobre una superficie lisa para evitar que se nos parta (este es el único pero de esta tarta, que el barquillo es delicado y hay que tener cuidado en su manipulación para que no se parta) y comenzamos a ponerle una capita de crema de cacao, no muy gruesa porque luego irán muchas más capas.
3. Una vez hemos cubierto la superficie, ponemos otra oblea por encima y volvemos a cubrir con crema de cacao.
4. Y así hasta el grosor que queramos. Y cerramos con una capa de oblea de barquillo sin chocolate.
5. Yo empleé más o menos la mitad del paquete, creo que puse 12 capas de oblea, pero en fin, como ya digo, depende de lo alta que os guste, esta tenía unos dos dedos de altura.
6. Así es como queda el corte. Aunque si os gusta más fina, podéis emplear dos o tres obleas, por ejemplo, y cortarlas a triangulitos como si fueran galletas para el té, el café o la merienda de los niños, porque a ellos les encantará.
Probad a hacerla y me contáis, seguro que repetís.
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