A partir de los tres años, los peques tienen ya una coordinación visual y motriz cada vez más fina, lo que supone que pueden decidir dónde comienzan, hacia dónde van y donde terminan un trazo. Esto no significa que lo que dibujen tenga una forma física conocida para el adulto, eso lo irán adquiriendo progresivamente y lo explicaré en posteriores entradas, creo que es interesante valorar los dibujos de los peques, porque de ellos podemos averiguar muchas cosas.
Bueno, el caso es que esta etapa suele catalogarse como celular o constructiva y en ella el niño/a consigue dar forma cerrada a sus dibujos.
Entre esos dibujos cerrados se han establecido tres grandes bloques:
* Los contendores:
Se trata de formas cerradas, generalmente ovaladas que dentro contienen otras formas o garabatos, convirtiéndose los primeros en contenedores de los segundos.
Son la primera representación cerrada de los niños/as y dan respuesta al concepto dentro-fuera.
En el dibujo de arriba creo que se aprecia que es una circunferencia cuyo interior aparece lleno de nuevos círculos.
Pero sigamos viendo más formas interesantes de esta edad.
* Las mandalas:
Son también contenedores pero con un orden, no aleatorios como en los Contenedores, y evolucionan desde formas angulosas a más curvas. Aquí ya se aprecia un cierto equilibrio de dos o más figuras e incluso una cierta complejidad, como en el último de los dibujos de la muestra.
Las mandalas tienen un reconocido beneficio como guías de la relajación y, de hecho, se emplean por niños y adultos en muchas culturas como medio para canalizar la paciencia, generar seguridad y confianza y, sobre todo, desarrollar la creatividad e inteligencia infantil. Así que, ya sabéis, fijaos si vuestros hijos/as hacen mandalas y cuál es su complejidad.
* Y, por último, los soles:
Se trata de formas ovaladas cortadas en su perímetro por trazos longitudinales que no se cruzan en su interior. En esta imagen se observa la evolución desde el primer sol, pintado de marrón, cuyos rayos no son demasiado perpendiculares al óvalo, respecto a último que pertenece ya a un niño/a de 4 años y medio.
Así, las manifestaciones del arte infantil, evolucionan desde los contenedores o mandalas más básicas hasta los soles y de ahí a la figura humana, progresando de este modo en la construcción abstracta de la figuración.
Pero bueno, poco a poco, algunos de estos aspectos los veremos con más profundidad en próximos post, no os los perdáis porque creo que es un tema muy interesante para el que tenga hijos o se dedique al mundo infantil.
Que paséis buen miércoles.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Gracias por participar en Febrero es así, tus comentarios son bienvenidos ;-)