Mermelada de tomate

¡Al rico tomate! Mmm, cómo me gusta el sabor de los tomates en verano. Porque sólo en verano saben a lo que tienen que saber, porque es su época, el resto del año los tenemos, pero es un "sucedáneo", están acartonados, sin sabor, sin ese caldillo que dejan en las ensaladas...

Pues, si los queréis conservar como el primer día, ahora es el momento idóneo. 

A mi me encanta hacer conservas, de tomate y de otras cosas porque sé qué verdura o qué fruta pongo, porque no le añado ni conservantes ni colorantes y porque como la satisfacción de tomarte algo hecho por ti no hay nada.

En esta ocasión he hecho conservas con tomate, una de tomate frito sin más y la otra de mermelada (también sin más ;-)).

Pero para no ser pesada, hoy me voy a centrar en la mermelada de tomate, otro día os cuento cómo hacer conservas de tomate frito. Y es que hacer conservas es relativamente fácil. 

Para hacer la mermelada:

1º hay que pesar la cantidad de tomate, una vez pelado y limpio del caldo, y añadirle más o menos la mitad de su peso en azúcar (depende de los gustos, pero nunca menos del 40%). 

2º el tomate se pica un poco y se pone en una olla junto con el azúcar y empezamos a mover hasta que se vaya mezclando todo. Cuidado porque es fácil que salpique y una quemadura de este tipo es importante. 

3º en unos 20 minutos más o menos, ya tendréis hecha la mermelada, lo notaréis por el cambio de color, de un rojo más oscuro y brillante, por la textura, más espesa y también por el sabor (probad con una cuchara soplando antes). 

4º Si la vas a consumir inmediatamente, la echas en un bote y lista. 

5º Pero si quieres que dure mucho más deberás hacerle el baño maría (hervir 10 minutos el bote en el que la vayas a echar, introducir la mermelada aún en caliente y volver a calentar, muy bien cerrada, otros 10 minutos en una olla que cubra el bote hasta más allá de la mitad) y ¡listo!

¿En qué se puede emplear esta mermelada? Pues en lo que se os ocurra: en las tostadas del desayuno está deliciosa, sobre un trocito de queso camembert, sobre una tosta junto a una anchoa (este contraste agridulce está muy curioso), para acompañar carnes y, en fin, en lo que se os antoje. De todos modos, aquí os dejo enlace a una entrada en la que os muestro cómo usarla.

Espero que os guste la idea y os animéis a hacerla, con un etiquetado bonito, no me digáis que no os llega al corazón ;-)

Os mando una sonrisa.

No te pierdas nada, sígueme en Facebook, clica aquí.